Sí, hermano Albert (Einstein), Dios, tal como tú lo concibes ¡sí que juega a los dados! La Voluntad de Dios no tiene intenciones, ni es disciplinada en modo alguno. Para ti no hay nada más caótico que la voluntad de Dios. Lo más cerca que puede llegar una conciencia limitada al pensamiento real es la noción de la posibilidad estadística o el azar. Ya que el pensamiento real no tiene ningún antecedente (o sea, no es secuencial), la consciencia limitada tiene que, inevitablemente llegar a la conclusión que el universo entero es aleatorio. Y ciertamente lo es. La idea que Dios o la verdad o la integridad irrefutable de alguna forma requiriese orden o disciplina es una tontería. |