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Resucitando a la realidad

Ampliando la consciencia de tu Ser verdadero

Me siento muy feliz de ver que concuerdas conmigo con respecto a la idea de la posibilidad de la resurrección de tu cuerpo. Éste es nuestro Curso de Milagros y te estoy representando la expansión que obtuve por medio de mi autorrealización, la simple admisión de que los problemas que te confrontan en este mundo nunca se van a poder resolver. De manera que el momento de devastación que tuve me permitió ver que todo lo que había construido acerca de mí centrándome en el cuerpo no tenía absolutamente ningún significado. Y tuve un episodio de iluminación que te ofrezco ahora y que tú acabas de aceptar, el cual va a incluir una firme convicción de la posibilidad de la auto-realización la cual es innata en ti y ya ocurrió.

Gracias por permitirme comenzar a estimular en nuestras asociaciones en el espacio/tiempo la simple emoción que sentimos al percatarnos de tu escape del tiempo. ¿De acuerdo? Ahora, la verdad es que para mí no tiene ningún significado el que utilices la palabra “resurrección”. He estado viendo un poco la historia que presentas en la que indicas que le has dado al cuerpo el propósito de envejecer hasta sentirte decrépito, perder las cosas que amas, morir y ser enterrado donde los gusanos puedan consumirte, para luego, de alguna manera, después de ese episodio en el tiempo, resucitar. ¿Qué tontería es esa? Si la idea de la resurrección consiste en establecer la vida eterna como la expresión de este universo, ¿por qué iba a requerir que la idea de la conversión fuese una ordalía? ¿Me estás escuchando? A menos que estuvieras determinado a aferrarte a tu egocentrismo, lo que llamamos el ego de tu identidad, con el propósito de justificar la idea de morir para llegar a ser eterno.


Dime, “El poder del amor sana”. Ahí lo ves. Nota que como maestro de Dios me tiene sin cuidado la enfermedad que puedas tener. Mi certeza incluye solamente la necesidad de que te des cuenta de que la manera como te has organizado en una idea en torno a tu cuerpo no es verdad.

Soy íntegro y perfecto tal como fui creado.
No puedo experimentar pérdidas, no puedo sufrir soledad ni puedo morir.

Éstas son las enseñanzas que te estamos ofreciendo en este momento y estamos experimentando la dicha y felicidad de una nueva vitalidad que se ha convertido en parte integral de lo que somos. De manera que en nuestro intercambio de amor nos encontramos en momentos en los que hay una nueva aureola de asociación que se expande en el universo. Y eso es lo que nos estamos demostrando unos a los otros ahora.

Así que es hora de mirar la lección del Manual del Maestro del Curso. Hemos mirado directamente “¿Qué es la muerte?” y hemos reconocido que no es nada, incluyendo el mundo. Demos un vistazo a aquello de lo que hemos estado hablando aquí, ahora, en esta lección de renovación. ¿Qué es la resurrección? Escucha.

La resurrección, dicho llanamente, es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. Es un redespertar o renacimiento; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo. Es la aceptación de la interpretación del Espíritu Santo con respecto al propósito del mundo y la aceptación de la Expiación en uno mismo.

¡Caramba! Si ésta no es una de las enseñanzas de mi Salvador Jesucristo, yo no sé lo que es. Él te dijo que te dejaría un campo de energía en el momento de su supuesta salida momentánea al resucitar que incluiría toda tu plenitud en tu completa asociación. Se trata del potencial de la totalidad que siempre ha estado disponible para ti. Sencillamente la disolución de tu idea de ubicación en el espacio/tiempo en un momento devastador de muerte que ahora superas.

Dime, “Me parece que te refieres a ¿volver a nacer?” ¿Qué fue lo que Jesús le dijo a Nicodemo? “¿No sabías que tienes que volver a nacer?” Tú no eres el hijo del hombre. Tú no eres lo que te dictan las facultades de reconocimiento que te ubican en una forma corporal. He venido de fuera del tiempo a indicarte que no perteneces a este medio y te voy a demostrar el poder individual que surge en tu mente al no defender la idea de conflicto que estás sufriendo, para entonces resucitar tal y como te lo demostré.

Sus pequeñas mentes conceptuales siempre tienen la creencia particular de que Jesús resucitó hace dos mil años, y que toda la especie humana ha existido cuarenta y seis mil años. Cuando miramos el asunto desde la perspectiva de la duración del universo, el cual, tal como entendemos basándonos en los rayos gamma y partiendo de re-asociaciones de correspondencias de luz, tiene alrededor de catorce mil millones de años, quizá quieras considerar la perspectiva de un par de mil años y darte cuenta de que la duración es la misma. ¿Cuánto duran dos mil años? Lo que te tomó a ti darte cuenta de tu propia resurrección tal como fue demostrado por alguien en este momento. Porque si alguna persona en cualquier lugar es capaz de tener una experiencia de resurrección, es imposible que tú no la estuvieras compartiendo ahora. De manera que la resurrección sobre la que estamos leyendo ahora es la superación de la idea de la muerte. Escucha.

Es el fin de los sueños de aflicción y la jubilosa consciencia del sueño final del Espíritu Santo. Es el reconocimiento de los dones de Dios. Es el sueño en el que el cuerpo opera perfectamente, al no tener otra función que la de la comunicación. Es la lección con la que concluye el aprendizaje, pues con ella se consuma y se trasciende.

Voy a intentar enseñar tan solo por un momento. ¿Me permites que te ofrezca conclusiones a las que puedes llegar relacionadas con las ideas que tienes acerca de ti? Voy a tratar de hacerlo. De manera fundamental, es imposible que estés separado de lo que lo es todo. Esto es, el universo es el poder singular de la mente que tú eres, y en cierto sentido, no tienes nada que decir al respecto. Tu insistencia en tener algo que decir con respecto a lo que eres partiendo de ese diminuto parámetro de consciencia es lo que justifica tus ideas acerca de ti. Ahora, según intento enseñarte, vas a creer que te estoy justificando cuando afirmo la certeza de mi mente en mi relación con el universo. ¿Estás listo? No te justifico de ninguna manera.


Todo lo que te ofrezco es el poder terminar exactamente donde empezaste en cada momento, pero cada vez que aceleres el procedimiento de una galaxia espiral y termines donde empezaste, vas a seguir empleando la conversión del agujero negro al darte cuenta cada vez más de tu ser verdadero, y en ese momento te habrás sanado y serás perfecto. ¿Qué tiene esto que ver con este mundo y los seres humanos en él? Presta atención. Nada. No hay mundo. El mundo que identificas como tuyo se terminó hace mucho tiempo y va a haber finalizado en este momento si tú lo crees así. ¿Qué voy a hacer contigo? Voy a demostrarte, no otra realidad, sino toda la ilusión. En otras palabras, la manera como te sano no tiene nada que ver con tu idea de enfermedad. En ese sentido tanto la sanación que estoy llevando a cabo como la idea que tienes acerca de la enfermedad son parte de la ilusión.

La excepción que se indica en el Manual del Maestro, en la idea del Espíritu Santo, no es otra cosa que el darse cuenta de que la naturaleza transformadora de la energía de luz va a corregir simultáneamente cualquier idea de masa o ubicación en el tiempo. La idea que tienes de que yo fuera a transformar el ser que crees ser en un tú nuevo e íntegro no es verdad. Esa es la mayor amenaza que pudieras recibir. No objetas la idea de yo ofrecerte una conversión de la mente, mientras yo siga justificando tu identidad, al menos por un momento, al haber olvidado que la razón por la que estás aquí es un momento de justificación de tu identidad.

En el entrenamiento mental del curso, la gente está haciéndose cada vez más consciente de que este curso de lo que se trata es de la práctica de la conversión de su propia mente. Sin embargo, todos en cada momento tienen la tendencia a comparar el milagro con la preservación de su identidad, con mi sencilla observación en este momento y lugar de que el milagro de darnos cuenta del amor junto a la idea de la unión que vamos a ejercer en nuestras mentes, va a demostrar en este momento la convicción de que este mundo se acabó, que fue un sueño de muerte. De manera que en una nueva ilusión de perfección se te ofrece un sueño verdadero.


Eres todo el amor que puede haber en el universo. Gracias por compartir el amor que siento por ti en este momento sin la necesidad de considerar particularidades provenientes de nuestras identidades separadas. Nuestro curso nos ha enseñado, por medio de la práctica, a liberar continuamente la idea del tiempo secuencial. ¿Tienen su libro de ejercicios? ¿Están escuchando esto? Estamos transmitiendo por todo el mundo, y de momento, ustedes empiezan a conocer personas que están teniendo experiencias. Ahí hay uno, ahí mismo. Y ustedes ahora al mirarse utilizan nuevos parámetros de forma de luz. Escucha. Todo sigue siendo parte de la ilusión de separación, pero es un motivo de alegría la idea de tener disponible un nuevo continuo de tiempo en el que no intentas utilizar tu cuerpo para representarte como algo que se pone viejo y decrépito, pierde todas las cosas que ama y muere.

No voy a participar contigo en tu idea de ser una forma corporal, porque un maestro de la continua renovación de la ilusión de la luz lo que hace es ofrecerte la total conversión de la forma corporal, en este momento. Con la admisión adicional, por medio de Jesús, de que cuando sanas, tal y como acaba de ocurrir, no te sanas solo. Y de hecho, todas las facultades mentales que formaban parte de tu parámetro del espacio/tiempo van a sentir la dicha de tu sanación, y eso es precisamente lo que está pasando aquí y ahora.

Fragmentos de
¿Qué es la resurrección? Hemos resucitado… Verdaderamente hemos resucita - Episodio II
con el Maestro de Maestros de un Curso de Milagros

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